jueves, 13 de noviembre de 2008

Día 28: Obama, sálvame la GM please

Ayer un alumno me preguntaba los motivos por los cuáles critico tanto a la industria del automóvil (y no es el único que me lo dice). Él es un fanático de los coches y me decía que hoy tecnológicamente son increíblemente superiores a cómo eran hace diez años (más seguros, más ecológicos, más baratos, más rápidos) y al mismo tiempo veía el sector como modélico en muchos aspectos (robotización, organización, comercialización). Además estaba seguro de que el sector iba a ser “rescatado” porque hablamos de la industria más importante del Planeta.
Comparto muchos de sus argumentos, pero sigo en mis trece. Como siempre matizo, en este blog doy mis opiniones personales que muchas veces no están fundamentadas en argumentos consistentes ni en datos reales, sino en mi subjetividad. Digo lo que pienso y aunque parezca lo contrario pienso lo que digo.

Comienzo por los coches: a mi no me parece que en 20 años hayan avanzado tanto. Yo comparo mi Golf GTI 16 válvulas de cuando tenía 20 años (y 20 kilos) menos, con mi Audi S3 de ahora y no percibo tantas diferencias: los dos eran negros, con tres puertas, un volante, tres pedales, una palanca de cambios. El GTI tenía radiocassette y el Audi tiene MP3; el techo del GTI se abría a mano y el del Audi es eléctrico; en la guantera del Golf llevaba la Guía Campsa y el S3 tiene GPS; pero poco más. Vale; el de ahora lleva ABS, ESP y varias cosas más (pero de las que no soy consciente cuando conduzco). Realmente ambos me transmiten sensaciones muy similares al ser conducidos (lógicamente no soy Sebastian Loeb para sacarle todo el jugo posible): aceleran, corren, tienen un sonido simpático, son juguetones…. No quiero parafrasear a Bill Gates cuando comparó la industria del automóvil y la de la informática, pero yo comparo mi iPhone de ahora con el teléfono de hace 20 años (un móvil que iba en una especie de caja y funcionaba como un walkie talkie) y las diferencias son notables; comparo mi ordenador de la Uni (un Amstrad con discos de cinco un cuarto, sin disco duro ni nada que se le asemejara) con mi Vaio, y es mundo. Internet no la puedo comparar porque simplemente no existía. Por no hablar de nuestro sistema de Teleformación Vía Satélite, los cursos online, etc. ¿Y que me dices de la posibilidad de crear un hermano que slave la vida a un niño gracias a las células madre? ¿Realmente los coches han evolucionado tanto como otras cosas de nuestras vidas? Siguen usando ruedas (un invento de hace 10.000 años), una carrocería inspirada en los carruajes (de hace 5.000 años), llevan motores de explosión (inventados a finales del XIX) y se conducen como los coches de los años 30 (con el volante, el acelerador, el freno, el embrague….).

Además, cuestan un pastizal. No solo por lo que hay que pagar para comprarlos, sino por lo que cuesta su mantenimiento: los neumáticos, las puñeteras revisiones, el seguro. Además, hay que comprar una plaza de garaje para los “señoritos” porque en la calle no hay sitio para que pernocten. Y todo para un producto que pasará el 90% de su vida útil parado: o durmiendo en esa plaza de garaje comprada a precio de oro; o aparcado a 20 minutos andando de nuestra oficina (el punto más cercano en el que hemos encontrado hoy sitio para aparcar). Dicen que consumen mucho menos, pero ¿cuánto menos? ¿en lugar de 10 litros a los 100, consumen 7 litros? Vale, eso es un 30% menos. Pero la gasolina está un 100% más cara. El ahorro de combustible no ha sido proporcional.

Y encima ahora los “disfrazan” de ecológicos. Es la leche. La contaminación de un coche es brutal: no solo en su proceso de fabricación, ni en las emisiones derivadas de la combustión (y la propia generación del combustible: extracción del petróleo, transporte, refino….) o en los desechos que genera (cuando se manda a la chatarra o mientras está vivo: piezas de recambio, fluidos contaminantes como el aceite, el agua de los lavacoches, …). Me refiero a la contaminación visual (las calles llenas de coches, atascos constantes en las autovías) y acústica (meten el mismo ruido que hace 20 años y las bocinas si que son más fuertes). Por no hablar de la destrucción del medio ambiente cuando necesitamos más autopistas para tantos y tantos millones de nuevos coches que nos “obligan” (casi) a comprar con esas estrategias comerciales (diseño, publicidad….) que vienen a decirte: “¡Eh!. Pero, ¿a dónde vas con ese buga desfasado? Así no eres nada guay tío!”; o esas fórmulas financieras (como el renting) que venden flotas que son sustituidas ¡cada dos años en muchos casos!

Hombre, tan modélica la industria no puede ser (como afirman algunos) cuando va a tener que ser “rescatada”. Es como lo de los bancos españoles: que dicen en público que son la leche y por la puerta de atrás de la Moncloa exigen 250.000 millones de euros porque si no se lía parda.
Tan listos no son, cuando en los últimos años se han volcado en coches como los todoterreno (el máximo exponente de la irracionalidad humana: miles de Cayenes, Q7 y X5 que en la puñetera vida van a pisar un simple camino forestal, que inundan nuestras ciudades: consumen un huevo; las ruedas cuestan el otro; los seguros son más caros; dos de cada tres huecos que encuentras para aparcar no les sirve; y están dejando sin pintura las columnas de los garajes de medio país). Por no mencionar lo contaminantes que resultan. En Estados Unidos las ventas han caído de manera espectacular (mientras subía el petróleo seguían fabricando pick-ups con motores V8 de gasolina) y han generado gran parte del agujero para el sector.

A los directivos se les exigía crecer (en ventas, en facturación, en beneficios) y además se les incentivaba a ello con multimillonarias primas por incentivos. Y así ha sido hasta que la burbuja ha estallado (pues vaya…de nuevo empleamos la palabrita “burbuja”): se ha ido inflando el mercado, hasta que ya no puede más. La gente en USA comienza a estar hasta las narices de los coches (en Europa más). Tarde o temprano prohibirán su uso en las ciudades (debería de ser ya: convierten las calles en lugares insoportables; el fin de semana estaba paseando por el casco urbano de Pontevedra, sin ver –ni oír- un solo coche y era una placidez encantadora; ¿por qué tenemos que seguir aguantando?. Ah claro…porque es un “sector estratégico”.

General Motors y Chrysler –que en la actualidad negocian una posible fusión-, se están quedando poco a poco sin dinero y han solicitado un préstamo gubernamental de bajo interés por 25.000 millones de dólares, alegando que el objetivo es “ayudar a las empresas automovilísticas estadounidenses a cumplir los nuevos estándares de eficiencia en el consumo de combustible”. Los tres grandes fabricantes estadounidenses han sufrido las peores consecuencias, con caídas este año en sus ventas del 25%. Se han visto envueltos en más o menos el equivalente a la tormenta perfecta; aún estaban en medio de un plan de recuperación, que incluía cosas como la reducción de los costes laborales o la reducción de los costes sanitarios y de las pensiones; asimismo estaban intentando modificar su línea de productos, ofrecer productos de menor consumo, y el precio del petróleo obviamente les afectó en mitad de estos cambios. Y ahora con la crisis financiera, la crisis de crédito, no pueden ofrecer crédito a aquellos interesados en adquirir un coche. Están siendo vapuleados por todos los frentes.

Simplemente: a lo largo de estos años, probablemente en la última década, estas empresas han cometido muchos errores estratégicos. Hace algunos años tenían una estructura sectorial muy favorable. Las fuerzas del sector eran muy positivas. Tenían poder sobre los suministradores. Tenían poder sobre los compradores. Los consumidores no sabían mucho sobre comprar un coche. Tenían tamaño, tenían cuota de mercado. Constituían básicamente un oligopolio de tres empresas. Pero de repente el mundo cambia. La competencia surge. Los clientes adquieren conocimientos gracias a Internet. Los suministradores se vuelven más poderosos.. Pones todos estos hechos en retrospectiva y simplemente han sido incapaces de gestionar bien sus empresas.
¿Con qué rapidez se recuperarán las cifras de ventas de automóviles? Un automóvil es el tipo de compra que la gente pospone en caso de malos tiempos. Pero no lo pueden posponer para siempre. Pero también hay un gran mercado ahora de coches de segunda mano. Creo que las empresas y el Gobierno USA harán todo lo posible para que estas empresas no se declaren en bancarrota. Pero si salen de la crisis saldrán muy tocadas.

Hombre; coches se van a seguir necesitando en el mundo; no podemos volver al caballo ni convertir a las bicis en nuestro medio de transporte. Y es muy difícil que suceda como en otros sectores: que lleguen nuevas empresas, de fuera, que sustituyan a las “jurásicas” (como ha pasado con la electrónica, la fotografía, estamos viendo en el software o en muchos servicios). Para “crear” una “unidad de transporte” innovadora se precisan recursos, I+D, tecnología…Pero….nunca se sabe.. Tiempo al tiempo.

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