viernes, 30 de enero de 2015

A Villar no le gustan las auditorías externas


Vamos a ver. ¿No se enteran que estamos hasta las narices de tanto corrupto y tanto mangoneo? Los ciudadanos hemos dicho basta. No queremos más Bárcenas, Camps,  Fabras, Correas, Urdangarines, Matos, Matas, Blesas, Ratos… Durante años hemos mirado hacia otro lado y hemos hecho la vista gorda, pero el expolio que dejó este país al borde de la bancarrota nos ha vuelto intolerantes con esta canallesca de visas black y cuentas opacas.

Y asistimos ahora en los medios a un fuego cruzado entre la Federación Española de Fútbol y el Consejo Superior de Deportes, porque ¡la Federación no quiere que se auditen las cuentas! (tal y como establece la Ley del Deporte) . En realidad, el organismo de Villar fue auditado por BDO (contratada por el Consejo Superior de Deportes) , pero los auditores reflejaron salvedades, como las referentes al patrocinio, por las que el CSD volvió a solicitar a los mismos auditores una nueva auditoría limitada a esos puntos. Y es aquí cuando la RFEF se niega, al estimar que ya había facilitado la información disponible. Entre las salvedades descritas, se expresa que "no se ha dispuesto de la totalidad de contratos por patrocinio relativos al ejercicio 2012, por lo que no nos ha sido posible verificar la correcta imputación de los ingresos por patrocinio devengados en el ejercicio 2012". Los auditores se refieren, asimismo, “a la falta de la imputación temporal de 5,8 millones de euros ingresados de organismos internacionales”. Consideran, asimismo, que se han minorado los ingresos procedentes de los patrocinadores. "Fruto de esta práctica contable, tanto los ingresos como los gastos se encuentran minusvalorados en 10 millones de euros en el ejercicio 2013 y 14,4 en 2012", explican en el informe. Recuerdo que minusvalorando ingresos se pagan menos impuestos y eso afecta directamente al bolsillo de todos nosotros.

Llevo muchos años oyendo hablar mal (muy mal en algunos medios) del señor Villar, pero siempre he obviado esos comentarios (quizás por ser de Bilbao y del Athletic). Pero le acabo de pasar a mi lista negra tras los últimos acontecimientos. ¿Pero qué es eso de no dejarse auditar? Un organismo que vive de “lo público”, esencialmente de la selección española de fútbol (que es de todos) y de unos jugadores que la Ley del Deporte obliga a prestar gratuitamente sus servicios a dicha selección. Y va el Sr. Villar y amenaza con denunciar ante los organismos internacionales (de los que es vicepresidente y cobra dietas en un sobre), al secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal, por lo que considera un «intervencionismo desmesurado».¡ Y amenaza con paralizar las competiciones en el fútbol base y la Copa del Rey, si la Administración no pone fin a esas «injerencias»! Todo por no querer ser auditado. ¡Será majadero!

Villar presume de haber renunciado voluntariamente a las subvenciones estatales en beneficio de otras federaciones más modestas ¡en los tres últimos ejercicios! Es decir, llevan décadas recibiendo ayudas de nuestros impuestos ¿y se niegan ahora a una auditoría externa? La misma Federación que reclama el 1% de la recaudación de las Quinielas (que yo sepa pertenece a Loterías y Apuestas del Estado y sigue siendo pública). Cierto es que la Federación es un organismo privado (no público) pero depende en buena parte de lo público (por ejemplo, sin las fuerzas de orden público que todos los fines de semana se encargan de la seguridad alrededor de los estadios no se podrían jugar partidos de fútbol; y muchos de esos partidos se juegan en estadios municipales; durante años TVE ha sido patrocinador de la RFEF; o el caso de los clubs de la Comunidad Valenciana que sobreviven gracias al dinero de los valencianos ). Más allá de las subvenciones a las que ha renunciado en los tres últimos años (porque el tirón de la Selección le ha permitido hacer caja con un montón de amistosos), la RFEF ha vivido sobre todo del sentimiento que aúna a este país tras la gloria de la Roja. ¿Es la selección un ente privado o nos pertenece a todos los españoles? ¿Hasta qué punto podemos considerar a la RFEF un organismo privado?


Ahora bien la pregunta que me hago es obvia. ¿Por qué no quiere Villar someterse a una auditoría externa? Y solo se me ocurre una respuesta. La misma por la que renunciarían a una auditoría los miembros del selecto club de los golfetes que he citado al inicio de este post. ¡Que vayan preparando otra silla!

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