Vamos a ver. ¿No se enteran que estamos hasta las narices de
tanto corrupto y tanto mangoneo? Los ciudadanos hemos dicho basta. No queremos
más Bárcenas, Camps, Fabras, Correas,
Urdangarines, Matos, Matas, Blesas, Ratos… Durante años hemos mirado hacia otro
lado y hemos hecho la vista gorda, pero el expolio que dejó este país al borde
de la bancarrota nos ha vuelto intolerantes con esta canallesca de visas black
y cuentas opacas.
Y asistimos ahora en los medios a un fuego cruzado entre la
Federación Española de Fútbol y el Consejo Superior de Deportes, porque ¡la
Federación no quiere que se auditen las cuentas! (tal y como establece la Ley
del Deporte) . En realidad, el organismo de Villar fue auditado por BDO (contratada
por el Consejo Superior de Deportes) , pero los auditores reflejaron
salvedades, como las referentes al patrocinio, por las que el CSD volvió a
solicitar a los mismos auditores una nueva auditoría limitada a esos puntos. Y
es aquí cuando la RFEF se niega, al estimar que ya había facilitado la
información disponible. Entre las salvedades descritas, se expresa que "no
se ha dispuesto de la totalidad de contratos por patrocinio relativos al
ejercicio 2012, por lo que no nos ha sido posible verificar la correcta
imputación de los ingresos por patrocinio devengados en el ejercicio
2012". Los auditores se refieren, asimismo, “a la falta de la imputación
temporal de 5,8 millones de euros ingresados de organismos internacionales”.
Consideran, asimismo, que se han minorado los ingresos procedentes de los
patrocinadores. "Fruto de esta práctica contable, tanto los ingresos como
los gastos se encuentran minusvalorados en 10 millones de euros en el ejercicio
2013 y 14,4 en 2012", explican en el informe. Recuerdo que minusvalorando
ingresos se pagan menos impuestos y eso afecta directamente al bolsillo de
todos nosotros.
Llevo muchos años oyendo hablar mal (muy mal en algunos
medios) del señor Villar, pero siempre he obviado esos comentarios (quizás por
ser de Bilbao y del Athletic). Pero le acabo de pasar a mi lista negra tras los
últimos acontecimientos. ¿Pero qué es eso de no dejarse auditar? Un organismo
que vive de “lo público”, esencialmente de la selección española de fútbol (que
es de todos) y de unos jugadores que la Ley del Deporte obliga a prestar
gratuitamente sus servicios a dicha selección. Y va el Sr. Villar y amenaza con
denunciar ante los organismos internacionales (de los que es vicepresidente y
cobra dietas en un sobre), al secretario de Estado para el Deporte, Miguel
Cardenal, por lo que considera un «intervencionismo desmesurado».¡ Y amenaza
con paralizar las competiciones en el fútbol base y la Copa del Rey, si la
Administración no pone fin a esas «injerencias»! Todo por no querer ser
auditado. ¡Será majadero!
Villar presume de haber renunciado voluntariamente a las
subvenciones estatales en beneficio de otras federaciones más modestas ¡en los
tres últimos ejercicios! Es decir, llevan décadas recibiendo ayudas de nuestros
impuestos ¿y se niegan ahora a una auditoría externa? La misma Federación que
reclama el 1% de la recaudación de las Quinielas (que yo sepa pertenece a
Loterías y Apuestas del Estado y sigue siendo pública). Cierto es que la
Federación es un organismo privado (no público) pero depende en buena parte de
lo público (por ejemplo, sin las fuerzas de orden público que todos los fines
de semana se encargan de la seguridad alrededor de los estadios no se podrían
jugar partidos de fútbol; y muchos de esos partidos se juegan en estadios
municipales; durante años TVE ha sido patrocinador de la RFEF; o el caso de los
clubs de la Comunidad Valenciana que sobreviven gracias al dinero de los
valencianos ). Más allá de las subvenciones a las que ha renunciado en los tres
últimos años (porque el tirón de la Selección le ha permitido hacer caja con un
montón de amistosos), la RFEF ha vivido sobre todo del sentimiento que aúna a
este país tras la gloria de la Roja. ¿Es la selección un ente privado o nos
pertenece a todos los españoles? ¿Hasta qué punto podemos considerar a la RFEF
un organismo privado?
Ahora bien la pregunta que me hago es obvia. ¿Por qué no
quiere Villar someterse a una auditoría externa? Y solo se me ocurre una
respuesta. La misma por la que renunciarían a una auditoría los miembros del
selecto club de los golfetes que he citado al inicio de este post. ¡Que vayan
preparando otra silla!
No hay comentarios:
Publicar un comentario