La semana pasada un alumno del Executive MBA de ESEUNE me decía: "la crisis ha de estar remitiendo...ya que el ritmo de tus post está bajando"
Cierto lo segundo: llevo un tiempo sin escribir...aunque más por falta de tiempo que otra cosa. Pero incierto lo primero: no creo que la crisis esté remitiendo; es más (ojalá me equivoque) pero estamos de nuevo al borde de la recesión. La amenaza fantasma, pero en una segunda edición.
Después del verano aguardaba expectante el abanico de datos que se publicaría a mediados de septiembre (¿serían ciertos los rumores extendidos por el Gobierno y medios afines al respecto de la mejoría económica? ¿O simplemente eran comentarios interesados?)
La semana pasada Eurostat publicó las cifras de producción industrial de agosto, y el índice mostró su tercera caída intermensual consecutiva, hasta situarse en 84,9. Cierto es que estamos por encima del mínimo (81,6) marcado el año pasado (en los momentos más duros para la industria) pero si analizamos la tasa interanual vemos que estamos a un paso de entrar en negativo.
El sector servicios también se había recuperado levemente a comienzos de año. Pero el Intituto Nacional de Estadística (INE) publicó la pasada semana el IASS (Indicador de Actividad del Sector Servicios) del mes de julio y, tras cuatro meses de modestas subidas, el indicador vuelve a entrar en negativo en el interanual.
A ello hemos de sumar la caída en las ventas minoristas en ese mes de julio (¿será todo achacable a la subida del IVA o seguirá la tendencia en los próximos meses?)
Por supuesto la construcción (que no había mostrado ningún atisbo de recuperación hasta la fecha, como sucedió con la industria y los servicios a mediados de año), sigue en caída libre y el índice muestra el peor datos desde 1997 y está un 42% por debajo del máximo histórico alcanzado en 2005. Y lo peor es que nada parece indicar que esta caída se detenga en los próximos meses.
Los optimistas se agarran a la recuperación exterior como el último clavo ardiendo ante el negro panorama que nos espera en el mercado interior con un 20% de paro. Sin embargo, si analizamos los datos de comercio exterior, la cifra permanece constante en los tres últimos meses (agosto, julio, junio). Muestran una leve mejoría con respecto a los meses precedentes, pero el esperado tirón de las ventas en el exterior aún no se ha producido (y en su lugar observamos un preocupante estancamiento, como si hubiéramos tocado techo). Es aquí donde sufriremos la falta de competitividad de nuestras empresas que a duras penas pueden competir con rivales de otros países. Las exportaciones se han estabilizado, pero estamos un 20% por debajo de la cifra alcanzada en 2008
Mal las exportaciones y mal también las importaciones, La demanda interna se contrae y encontramos el peor datos desde el mes de enero. Es incluso un poco peor que el correspondiente a agosto del año 2009.
Analizando las cifras de importaciones también se observa una contracción adicional de la demanda interna, dado que el dato es el peor desde el mes de enero y ligeramente peor que el de hace un año.
Sobre el sector público, nada nuevo que mencionar: el déficit y la presión sobre nuestra deuda han obligado a recortar el gasto público y su contribución a la recuperación de nuestra economía será nula. Por supuesto, se terminan los estímulos para las empresas constructoras y de automóviles (Plan E)
Tampoco aumenta el crédito y además se nos anuncian próximas subidas de impuestos. Y para la semana que viene tenemos convocada una huelga general (que, a pesar de no contar con el apoyo mayoritario de los trabajadores, será un éxito por el bloqueo de los transportes previsto por unos sindicatos que se la juegan y un Gobierno que preferirá mirar para otro lado con tal de no dañar más su relación con ellos)
Todo parece indicar que en el tercer trimestre de 2010 nuestro PIB volverá a los números rojos (crecimiento negativo) y los augurios para el último trimestre no son nada halagüeños. Conclusión: España entrará en recesión de nuevo a finales de 2010 (porque se encadenarán dos trimestres consecutivos en negativo). En resumen, no solo no nos estamos recuperando, sino que con toda probabilidad estamos iendo a peor (algo que todas las empresas han de tener en cuenta en sus previsiones si no quieren volver a toparse con los graves problemas de 2009)
Alguno se llevará las manos a la cabeza pero en realidad, ¿hemos hecho algo para evitarlo?
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