En verano siempre tocan rebajas. Pero este año las rebajas
están siendo para los funcionarios, los parados, los enfermos, los consumidores,
los estudiantes y para todos los que no tenemos cuentas bancarias en
Luxemburgo.
Está claro que el déficit es un problema y que uno no puede
gastar lo que no tiene y nunca tendrá. Pero en lugar de sacar la guadaña y
cortar a diestro y siniestro, ¿por qué no intentar ahorrar buscando la
eficiencia de la administración y eliminando gastos superfluos? Cuando era
chaval y me tocaba tirar de guadaña, siempre comenzaba por las hierbas más
fáciles y dejaba las zarzas para el final, si no queda otro remedio… Los
políticos son igual: empiezan por las hierbas más débiles y no quieren meterse
con las zarzas porque les salen callos y duele.
Escribo estas líneas desde Washington DC, donde se me ha
caído la cara de vergüenza al leer en el New
York Times la vacilada del aeropuerto de Castellón y la horripilante
estatua que acaban de instalar: “A plane
has finally reached the ghost airport of Castellon", dicen en plan cachondeo los americanos (tu
vacila, que como España tenga que ser rescatada los americanos también vais a
sufrir). Pero después de la broma, nos dan palos a los españoles por haber
tolerado la proliferación de corruptos como Fabra, mangoneando a la par que
mandando en casi todas las admiraciones del Estado. Pues bien, ¿por qué no
comenzar el recorte ahorrando en políticos como el mangante castellonés y la
impresentable de su niña pija? (que por cierto, tiene una choza bien en los
madriles –se la habrá comprado papá con alguno de los muchos primeros premios
de la lotería que le han tocado, compensación divina por ser tan buena persona-
mientras cobra dietas en el Congreso por estar desplazada de Castellón)
Había leído por algún lado que Alemania tenía un político
por cada 554 ciudadanos mientras que en España tenemos uno por cada 106 españolitos
de a pie. He buscado por Internet y si las cifras son correctas, Alemania, con
81.702.329 habitantes, tiene 150.000 políticos y España, con mucha menor
población (47.190,493 habitantes mal contados) tiene 445.668 cargos públicos.
¡Suéltale correa al galgo!
Hombre, he estado en Alemania y no veo que tengan carretas
bacheadas de tres al cuarto, ni calles sin pavimentar, ni aeropuertos de la
década de los 50. No atan a los perros con longaniza con en España pero no
están tan mal. No creo que se pueda decir que Alemania esté mal gestionada. ¿Que
podría estar mejor? Seguro. Pero en mi lista de países desastre creo que
situaría a muchas decenas por delante de Alemania.
Partiendo de esa hipótesis (no me importaría estar tan mal
gestionado como un teutón) he sacado la calculadora y he realizado una regla de
tres; aplicando el ratio germano en España debiéramos tener 85.182 cargos
públicos. Si ahora tenemos 445.668 eso significa que sobran unos 360.486
políticos.
Siendo generoso (con ellos) he calculado que cada uno de los
políticos que nos sobra nos cuesta (sin aplicar los que se llevan por debajo de
la mesa) a los españoles 100.000 euros al año entre sueldos, seguros sociales,
pagas extra, dietas, viajes, teléfonos móviles, Internet, iPads, coches
oficiales, chóferes…(…¡no sigo porque igual tengo que cambiar las cifras!) . Es
decir, los 360.486 políticos que sobran, por 100.000 euros por cabeza (cortada)
son 36.048.600.000 euros.
¿Cómo puedo hacer para que la propuesta sea aceptada? Bueno, comencemos por compartir este post
entre todos y así, la próxima vez que un político hable de recortar algo, le
exijamos que comience por cortar su cabeza (en el sentido metafórico del
concepto)
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