viernes, 24 de abril de 2009

Día 189: echando de menos a Solbes

Nunca imaginé que podría echar de menos a Pedro Solbes. A pesar de sus eufemismos para no reconocer la crisis, el ExVice tenía una cosa que me gustaba: no estaba por la labor de tirar la casa por la ventana. Las declaraciones de la nueva Ministra hacen sospechar que más que un relevo por cansancio, Zapatero se ha quitado del medio a Solbes y Vegara para que en los Consejos de Ministros no quede nadie que le recuerde que la desmesura en el gasto público nos puede conducir al desastre. Solbes hacía de Pepito Grillo. Ahora en lugar de la voz de la conciencia se escuchará el eco de la voz del Presidente; donde estaba Pepito ahora tenemos a Pepiño.

Lo primero que veremos antes del verano (o durante para que la gente se lo tome con resignación) es una subida de impuestos (ya la estamos viendo, entre otras cosas con subidas de las tasas de aeropuerto, etc.). Con los más de 4.000.000 de parados hoy ya reconocidos oficialmente (y subiendo) los planes de ZP y su Gobierno pueden hipotecar el futuro de España a largo plazo. El elevado gasto público, la cantidad de funcionarios que tenemos en España, las pensiones, el subsidio a millones de desempleados, los “cheques-regalo” de 400 euros, los 20.000 millones que se va a fundir el nuevo Ministro de infraestructuras este mismo año, el dinero para que los ayuntamientos paguen una mínima parte de lo que deben y (lo que muchos no quieren ver pero que tenemos a la vuelta de la esquina) la pasta para intervenir a varias cajas y bancos…nos va a hipotecar durante lustros. Pero al margen del déficit, visto que el Gobierno no tiene en mente contener el gasto, solo nos quedan incrementar los ingresos (que están siendo menguados por todas partes: cotizaciones a la SS, IVA, etc.).

El FMI ha advertido: si se utilizan al cien por cien todas las medidas anticrisis y se consumen todos los importes máximos anunciados o comprometidos por la Administración, la deuda pública bruta de España y la garantizada por el Gobierno o sus instituciones aumentará en 395.000 millones de euros y la ratio de deuda pública sobre el PIB puede llegar hasta el 74%.

Lo primero que dijo la nueva vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, con rotundidad, es que sí “hay margen fiscal” para lanzar nuevas medidas de gasto contra la crisis. El Gobierno está dispuesto a quemar las naves…y que los que vienen por detrás se las ingenien.

No se ha aprobado ninguna medida que mejore la productividad, la competitividad, la innovación… Miles de millones destinados a aguantar el chaparrón y esperar a que escampe, ajenos a las predicciones de todos los meteorólogos: la borrasca estará sobre nuestras cabezas durante varios trimestres más (incluido todo 2010). Si continuamos así, el panorama dentro de un año, con 6.000.000 de parados y un déficit brutal, será sencillamente demoledor (los efectos colaterales serán catastróficos: paro = -menos consumo = +paro = +mora =+pasta para intervenir bancos =+ déficit….)

lunes, 20 de abril de 2009

Día 185: el inevitable camino hacia la recesión

He de comenzar manifestando mi ignorancia al respecto del comportamiento de los mercados bursátiles, aduciendo como argumento mis grandes meteduras de pata a la hora de comprar y vender acciones cuando me atrevo a ello. De la Bolsa sé más bien poco: solo que a veces sube y a veces baja…pero no necesariamente en ese orden.
Advierto sobre mi falta de conocimientos bursátiles porque voy a comenzar mi comentario haciendo referencia al “calentón” que algunos han experimentado con la subida de la Bolsa española estas últimas semanas (desde que me decidí a “salir” de ella…más o menos, en otro alarde de visión para mi colección). Cierto es que la Bolsa va por delante de la economía…pero una de dos: o va muy, muy, muy por delante…o algo no cuadra. Los que creen ver en la subida de la Bolsa española el final de la crisis a medio plazo (que la Bolsa comienza a intuir la recuperación) creo que son demasiado optimistas. Yo más bien veo una recuperación momentánea fruto de la retirada de los fondos bajistas de valores que ponderan mucho en el Ibex (como la banca..) que intuyo será el preámbulo…de una nueva y más espectacular caída.
Como de costumbre, algunos pensarán que soy demasiado catastrofista…pero lo hago para equilibrar el desaforado optimismo que aflora cuando alguien quiere agarrarse a una noticia positiva…aunque sean algo tan simple (y virtual) como una subida del Ibex, ignorando las otras nueve noticias negativas.

La economía española no va a mejor; y lo que es peor, nada parece indicar que las cosas vayan a mejorar…sino todo lo contrario. Las cifras que se publican son cada vez más inauditas pero lo más preocupante es el efecto que se está generando entorno a ellas; al igual que sucede cuando una persona abusa de los antibióticos, el sobreconsumo cotidiano de cifras negativas hace que la gente se esté haciendo inmune a ellas: cualquiera de los datos que han aparecido en las últimas semanas hubiera hecho temblar a la gente hace un par de años. ¡Solo uno de ellos habría bastado! Y hoy asistimos impasibles a una cascada de cifras negativas inauditas: más de cuatro millones de parados, caídas de las ventas de vehículos del 50%, caída de los créditos hipotecarios en un 40%, caída de la producción industrial en un 25%, de las exportaciones, de la afiliación a la seguridad social, de los precios, intervención de cajas de ahorros….

Hace unos meses algunos optimistas situaban la recuperación en el segundo trimestre de 2009; otros en el segundo semestre. Hoy cada vez quedan menos ilusos que esperan una recuperación a lo largo del año. Visto el panorama me atrevo a pronosticar que 2009 será un año horrible y que 2010 será peor año aún; año en el que superaremos en España el 20% de paro (cinco millones de personas sin empleo). Son muchos los que tras unos años de bonanza están preparados para afrontar una crisis violenta pero corta…como la que se esperaba; pero serán pocos los que puedan afrontar una crisis larga…como la que realmente nos espera.

Es duro reconocerlo, pero las cuotas de bienestar que hemos alcanzado tras muchos y duros años de trabajo..se fugan por desagüe…sin que nadie sepa qué hacer para evitarlo. Las medidas que están tomando nuestro gobernantes están llevando el déficit público a cotas insospechadas hace tan solo unos meses. La caída en la recaudación fiscal por un lado y el aumento de la factura por las prestaciones de desempleo (que algunos quieren prolongar y que terminaría por estrangular al Estado) nos van a generan un déficit más cerca del 10% que del 5%. Una factura que tardaremos años (¿una generación?) en pagar. La merma de los servicios que proporciona el estado de bienestar será considerable: la sanidad, la educación, las pensiones….

Mientras tanto la banca está jugando con fuego…sentada sobre un bidón de gasolina. Como la quiebra de los grandes promotores triplicaría su actual índice de morosidad….se están quedando con sus pisos, apartamentos, adosados…. Por un lado, que nos ofrecen a los clientes por otro con rebajas de hasta el 50% sobre la tasación original (en base a la cual concedieron los créditos en su día). Esa presión sobre los precios que están generando los bancos está generando un efecto perverso en el mercado: el promotor “bueno” (el que sigue pagando sus créditos al banco religiosamente) no vende un solo piso (los pocos que se venden…lo venden los bancos…que son los que ponen el crédito para sus clientes seleccionados). Poco a poco los promotores “buenos” no podrán cumplir con sus compromisos con la banca…y éstas se convertirán en inmobiliarias. Antes de que termine la Liga de fútbol (por cierto….Liga BBVA) en lugar de regalar cheques a los afortunados que meten un gol desde el centro del campo…se les regalará un adosado en Murcia o una nave industrial en Guadalajara.

Y lo peor de todo es que se han puesto miles de millones de euros de las arcas del Estado (es decir, de nuestros impuestos) para intentar salvar la economía…y nada parece indicar que la sangría se esté deteniendo. Cierto es que de momento no han quebrado muchos más bancos, pero el virus aún no ha sido erradicado. Mientras no se sepa a ciencia cierta el volumen de activos tóxicos que circulan por el mundo, el principio del fin del problema no aparecerá. Los bancos seguirán sin prestar, los ciudadanos sin comprar y las empresas…sin fabricar. Recesión habemus.

miércoles, 1 de abril de 2009

Día 165: En lugar de la mancha...

La comunidad manchega es conocida por las singladuras de su célebre hidalgo caballero, sus entrañables molinos, la textura de sus quesos….y su caja de ahorros.
La CCM se ha hecho más famosa de lo que los manchegos pensaban (y querrían). Y durante muchos años será recordada. “Aquí empezó todo….” Dirán algunos.

Porque el crujido del sistema financiero español solo acaba de empezar. “¡En vísperas del G-20!” –dicen algunos. “¡Qué papelón para Zapatero!”- dicen otros. La verdad es que a Zapatero lo de la caja manchega “se la pela” (con perdón). ¿Alguno imagina a Obama tomando un té con Gordon Brown y comentando…”oye…que movida en España con eso de la caja de Moltó”…y al británico respondiendo…”¿pero lo de Moltó no era una moto?”

Lo de la CCM no tiene ni punto de comparación con la intervención y/o rescate de los bancos estadounidenses, británicos, alemanes, holandeses… Y probablemente los presidentes de esos gobiernos ni hayan oído hablar de lo de la caja manchega
Pero como decía….es solo el crujido que antecede a la avalancha. Un ligero sonido que te sorprende cuando caminas por la ladera de la montaña y estimula a tus sentidos a correr y buscar refugio.

Eso es lo que debiéramos hacer. Correr y prepararnos para la que viene.
Nunca he sido muy bueno con los números (mis profesores me corregirían y dirían que más bien malo) pero lo de la regla de tres me lo sabía a la perfección.

Si con algo menos de 4 millones de parados tenemos una tasa de morosidad cercana ya al 4%....en el momento en el que el paro crezca un poco más y lleguemos a los 5 millones (al 20%)…la tasa de morosidad se duplicará.

La sangría del paro es infrenable…entre otras cosas porque nadie hace nada para evitarlo (no se toma una sola medida estructural y nos limitamos a esperar a ver qué pasa; y nos llevará por delante la avalancha) y algunos analistas prevén llegar a una tasa de morosidad del 9% (el analista Santiago López Día de CreditSuisse ha dicho hoy que a finales de 2009 llegaremos al 8%)

Pensemos en un escenario: 20% de paro; 5 millones de personas sin empleo (contando a los autónomos que no tienen trabajo, etc.); y una tasa de morosidad del 9%. Un escenario probable (salvo para los optimistas antropológicos).

En ese caso el efecto manchego se extenderá rápidamente a otras cajas; y bancos. Varios entrarán en pérdidas. Será necesaria una inyección cercana a los 100.000 millones de Euros (10 veces menos que en los Estados Unidos de América…pero demasiado para los Estados Desunidos de Iberia). Y no exagero…porque las previsiones de CreditSuisse hablan ya de 60.000 millones…


Las que más van a sufrir son las cajas, las más expuestas a las “subprime españolas” (hipotecas por el 120% del valor de la vivienda, a 50 años, para personas que en su día tenían contratos basura…y hoy hacen cola cada mañana en el Inem). Muchas tienen que mover ficha ya (¡No han escuchado el crujido de la nieve que anuncia la avalancha!) y comenzar a fusionarse (a tres…a cuatro…), vender sus participaciones industriales mientras sigan valiendo algo, emitir cuotas participativas, cerrar las absurdas sucursales de muchas de ellas lejos de su territorio….

Los bancos en general están menos expuestos al ladrillo (a la pinza formada por el promotor que está renegociando su deuda y el hipotecado en paro que no paga sus cuotas). Pero eso es “en general”; algún banco “en particular” necesitará urgentemente intervención, rescate, inyección….o lo que sea. Y muchos de ellos vender activos, recortar dividendos, ampliar capital….

Y mientras tanto…mirando a Londres. Así estábamos hace cinco meses….mirando a Washington. Allí se iba a refundar el capitalismo…y finalmente se acordó simplemente “volvernos a ver dentro de cinco meses….y esperar a que haya habido suerte”. Los pesimistas dicen que en el próximo G-20 se escenificará la tensión derivada de los puntos de vista discrepantes en el seno de la Unión Europea. Yo soy más optimista: no pasará nada. Nada de nada, ni mucho, ni poco…que diría Café Quijano. El principal acuerdo será “volvernos a ver después del verano….y a ver qué pasa”